lunes, diciembre 22, 2014

El libro del PENT: De la Educación a Distancia a la Educación en Línea

El libro del PENT atesora entre sus páginas algunas de las ideas construídas a lo largo de más de una década por el equipo de trabajo al que hoy, orgullosamente, pertenezco. 



He tenido el privilegio de ser parte de una mirada creativa e innovadora de la Educación, en la cual la tecnología es mucho más que un recurso. Se trata de una mirada crítica, pero que construye. De una perspectiva, teórica y reflexiva, pero que desarrolla experimentos, que implementa y produce.


 
En "De la Educación a Distancia a la Educación en Línea" he participado en dos de sus capítulos. En el primero de ellos: "Claves de la tutoría en línea: la discreta medida de la justa intervención", junto a mis colegas Mónica Trech, Corina Rogovsky y Natalia Fernandez Laya, nos preguntamos (y nos respondemos) qué hacen los tutores en línea, qué entendemos por una buena práctica de tutoría... y cómo formar tutores para propuestas educativas en línea.



En el segundo, "Dinámicas colaborativas y tensiones de la EeL", planteo la importancia de estudiar las dinámicas grupales en entornos tecnológicos y las particulares tensiones que surgen al enseñar y aprender en este tipo de contextos.

Pero no es lo único, hay mucho más. Para conocer más, los invito a vistar la página de libro que pueden encontrar aquí

Y recuerden que si pertenecen a la comunidad del PENT, ¡hay precios promocionales!



miércoles, diciembre 17, 2014

El aprendizaje en red y el trabajo colaborativo en entornos mediados por tecnología

Este título refiere a una investigación que he realizado en relación a las dinámicas grupales que suceden en una propuesta de enseñanza tecnológicamente mediada, o lo que llamamos, con mayor especificidad conceptual, "Educación en línea (EeL)".

Comparto a continuación un resumen que fue publicado por el CEA de la UNC. Agrego una gráfica que esquematiza las principales conclusiones. Más adelante iré publicando algunos artículos que retoman diferentes partes de este trabajo. 


Resumen
El propósito central de este trabajo ha sido estudiar las dinámicas colaborativas mediadas por  tecnología (DCMT) las cuales dan entidad al trabajo colaborativo mediado y conforman la piedra angular sobre la que se construye una red de aprendizaje. 

Esta investigación, cuya metodología se inscribe en el paradigma interpretativo y se nutre de técnicas propias de la perspectiva cualitativa, ha sido llevada adelante a través del estudio de dos casos de Educación en Línea (EeL) ambos correspondientes al nivel de posgrado y desarrollados durante el ciclo lectivo 2011.

Este estudio toma como punto de partida el contexto general del problema de investigación, en el que se observa que la oferta de propuestas académicas de EaD se ha incrementado durante la última década especialmente a partir del desarrollo de tecnologías telemáticas por lo que ha puesto de relieve en el ámbito académico la discusión sobre cuestiones como las redes de aprendizaje, el trabajo colaborativo mediado y las características del software para la puesta en marcha de propuestas educativas. Si bien estos debates académicos en la bibliografía especializada tienden a coincidir respecto de las ventajas del aprendizaje colaborativo y el potencial de los recursos digitales y telemáticos, se suele observar también que existen ciertas dificultades en su implementación. El problema de investigación se construye entonces sobre la necesidad de conocer en un marco más amplio las características generales de estas dificultades y el modo en que éstas podrían incidir en el desarrollo de propuestas pedagógicas en el marco de la EeL. 
Síntesis gráfica del problema de investigación

A fin de indagar en torno al problema de investigación descripto, este trabajo asumió la relevancia de tomar las DCMT como objeto de estudio, fundándose en la importancia que estas tienen dentro de los procesos de aprendizaje colaborativo en contextos telemáticos. Es por esta razón que se propuso abordar un análisis integral y articulado de las DCMT que considerara simultáneamente sus dimensiones, a fin de lograr una más amplia comprensión de los fenómenos sociales que tienen lugar dentro de las comunidades de aprendizaje mediado. En el marco de este propósito quizás uno de los hallazgos más destacados de este estudio haya sido observar que las DCMT, en el contexto de una propuesta de Educación en Línea (EeL) conforman una compleja trama que se construye a partir de la intersección de dos aspectos estrechamente relacionados: las vivencias experimentadas por los estudiantes mientras se produce el proceso de aprendizaje y las habilidades sociales y tecnológicas que, en dicho escenario, los participantes deberán sostener para poder establecer vínculos proactivos junto a sus compañeros y docente frente a la exigencia de una actividad pedagógica formalmente pautada. Esta investigación observará cómo la calidad de esta experiencia resulta esencial: gran parte de la valoración que se realiza de la propuesta formativa, tanto por parte de los estudiantes como de los docentes, se asocia a la calidad de la vivencia grupal. En la misma línea, se observará, en este trabajo cómo climas de trabajo proactivos en el interior de pequeños equipos, se corresponden con mejores resultados académicos que se proyectan incluso, posteriormente, hacia la construcción de redes de práctica profesional.

En segundo lugar, se ha podido observar que las diferentes decisiones que involucran aspectos técnicos y pedagógicos y que conforman el diseño general de una propuesta de enseñanza en el marco de la EeL (me refiero puntualmente a la configuración del software para plataformas digitales, la elaboración de consignas, las herramientas ofrecidas a los estudiantes, la organización de los estudiantes en pequeños grupos y las estrategias de evaluación) pueden promover diferentes experiencias, al tiempo que también, demandan habilidades sociales y telemáticas diferentes por parte de los participantes.


Las DCMT y el diseño tecnopedagógico

Y finalmente, en tercer lugar, este trabajo analiza una serie de hallazgos vinculados a la descripción del complejo escenario en el que las DCMT tienen lugar. La articulación entre los distintos componentes que conforman una propuesta de EeL –la situación de aprendizaje, el grupo y la tecnología– se estructura sobre una matriz concéntrica en la que se integran tres dimensiones: el espacio digital, la naturaleza de la interacción telemática y en el centro, la tarea por resolver. Esta matriz, se encuentra atravesada por una serie de tensiones que se amplifican sensiblemente por efecto de la mediación tecnológica. Se observa en este estudio que cuando estas tensiones amplificadas se resuelven constructivamente, acaban impactando favorablemente en la valoración de la experiencia. En los casos en que esto no llega a suceder, la figura del docente se vuelve decisiva, poniendo incluso en evidencia, las posibles limitaciones del modelo de la EeL.

Y por último y a modo de conclusión, este trabajo propone que estas posibles limitaciones sean quizá el punto de partida sobre el cual construir nuevas preguntas para el desarrollo de futuras investigaciones en el campo de la EeL y los procesos educativos mediados por tecnología digital.

Síntesis general de las principales conclusiones

lunes, diciembre 15, 2014

Leer y producir textos en el mundo digital

El siguiente artículo de mi autoría denominado originalmente: "La lectura y las Nuevas Tecnologías de la Comunicación" fue publicado originalmente en la revista La Lectura, de la Asociación Argentina de Lectura en Julio de 2007 cuando descubríamos aplicaciones revolucionarias como "el google doc" (ancestro de Google Drive) y el concepto de "computación en la nube" era bastante complicado de explicar. Ha corrido mucha agua bajo el puente, sin embargo, creo valioso volver a compartirlo en este modesto espacio personal.


Todos los medios son metáforas activas por su poder de traducir la experiencia en formas nuevas. La palabra hablada fue la primera tecnología mediante la que el ser humano fue capaz de tomar distancia de su entorno a fin de captarlo de un modo nuevo. 
Marshall McLuhan

El retorno de la palabra escrita

Cuando Marshall McLuhan, allá por los años '60, despertaba la atención del público, algunos críticos apresurados lo acusaron de promover el fin de la cultura del libro y de proclamar (o quizá propiciar) el inicio de la era de la televisión. Una mirada más incisiva, repararía en que lo que McLuhan observaba, iba mucho más lejos en realidad: los formatos podían determinar el contenido de los mensajes, y de allí, el potencial poder que advertía en la televisión. La idea de concebir la forma como condicionante del contenido, provocadora algunas décadas atrás, acabaría resultando profética.

Actualmente, el contexto mediático ofrece una observación atenta: estamos viviendo un momento de grandes transformaciones. Luego de algunas décadas en que el discurso televisivo parecía dominar de manera determinante toda forma de comunicación social, las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación parecen haber irrumpido en el espacio mediatizado imponiendo un nuevo paradigma comunicacional que renueva como nunca antes el valor histórico de la palabra escrita. Desde las páginas web, hasta las publicaciones digitales, buscadores, e-mails, foros, blogs, chats, y tantas otras variantes de software social, vuelven a otorgar a la palabra escrita el protagonismo del que había sido desplazada por la relevancia de lo audiovisual.

Y en esta línea, podemos observar que promediando la primera década explosiva de la Red de Redes, se encuentra plenamente instalado el uso de los formatos digitales para la edición de libros, y con ellos, numerosas explicaciones sobre las características del formato electrónico. Entre ellas, no faltan teorizaciones sobre la estructura hipertextual que es propia de la dinámica de lectura que permiten estos nuevos medios de comunicación.

La hipertextualidad

Ahora bien ¿qué es el hipertexto? Se trata sin duda de un formato propio del medio digital (aunque no estrictamente excluyente). Es difícil arriesgar una definición, procuraremos simplemente observar que se trata de un discurso cuya estructura se desglosa a partir de palabras, frases o títulos relevantes, que presentes en un texto dado, se vinculan a otros textos (o segmentos del mismo texto). Una aproximación hipertextual ya presente en el medio impreso, sería por ejemplo, las notas al pie de página. Pero lo novedoso reside en que en el formato digital, es posible explotar al máximo esta posibilidad de irrumpir el curso lineal del texto para profundizar, ilustrar o desviar el trayecto. Así, el lector hipertextual no tiene ya lo obligación de someterse a la linealidad preconcebida por el autor y se transforma en un partícipe activo del discurso. Eligiendo frente a las opciones que cada hipertexto ofrece a través de enlaces (hipervínculos o links), el lector construye su propia secuencia de lectura.

Landow, a propósito del hipertexto, dirá que se trata de un medio de comunicación que cambia nuestras relaciones con la información, los pensamientos y nosotros mismos. Que supone la evanescencia del centro, en constante movimiento. En otras palabras, el formato hipertextual impone una estructura en donde el lector va construyendo su propio trayecto.

Pero este análisis sobre el rol del lector va mucho más lejos. La evolución de las Tecnologías de la Comunicación, pone en escena nuevos desafíos para el lector que no solo tendrá la posibilidad de romper la estructura lineal para centrar la trama en su propia línea de pensamiento sino que podrá además, si lo desea, quebrar la frontera de la unidireccionalidad para escribir sus propias producciones textuales y compartirlas.

Lectores activos y niveles de interactividad

Los nuevos medios son pues, participativos y ofrecen diferentes niveles de interacción. Para realizar este análisis, tomaremos como punta de partida el formato tradicional impreso. Observaremos en este nivel que el lector, “atrapado” por la propuesta del autor, se dejará llevar por el texto, pasiva y unidireccionalmente.

Aparece luego el primer nivel de interactividad: el medio digital. Este soporte mediático supone (aún dentro de un plano unidireccional), una intervención del lector respecto del texto, en tanto lo reconstruye a través de los enlaces que se van presentando como opciones. A este procedimiento básico alude el concepto de “navegación”, metáfora que evoca el fluir de la estructura textual según los requerimientos de lector. Son ejemplos de estos formatos las enciclopedias digitales, el material en CDrom, y algunos recursos en línea.

En el segundo nivel, encontramos ya los medios que ofrecen al lector alguna instancia de participación. En este caso, surge un quiebre de la unidireccionalidad. El lector puede ahora convertirse en emisor dejando por escrito comentarios, sugerencias o incluso, publicar sus propios textos, previendo la apertura de éstos, a su vez, a los comentarios de otros lectores. El rol activo del lector se hace cada vez más evidente y evoluciona hacia una función más compleja en donde se va transformando en un lector-escritor. Ejemplos de este medio, son los foros de debate y su heredero directo, el blog.

El blog, cuyo origen no abordaremos en esta ocasión, es una herramienta que permite a cualquier usuario de la web, publicar sus propios escritos sin tener conocimientos de programación. De esta forma, el blog representa un punto de inflexión en el cual el lector se transforma en el emisor de sus propios textos frente a la probabilidad incluso de ser el punto de partida para el debate. Los blogs, por otra parte, permiten dar lugar a una red de relaciones personales entre lectores-escritores cuya consecuencia directa es la experiencia social. Se abre así el camino para una nueva instancia mediática: la experiencia cibersocial.

Niveles de interactividad
Pero más allá de las posibilidades concretas del software social, es importante observar que estas tecnologías parten de una serie de principios a saber:
  • El conocimiento individual se enriquece y se construye en tanto forma parte del contexto de la sociedad del conocimiento.
  • La calidad del contenido se garantiza a través del monitoreo permanente.
  • Las jerarquías de los participantes se desdibujan, todos pueden supervisar y corregir.
  • La contribución individual refuerza el valor de la comunidades.
  • La reputación de cada miembro depende de su contribución personal y de la evaluación que el resto de los miembros realicen respecto de sus contribuciones.
  • Reparar el error supone un costo menor que ignorar el error: el lector-escritor se compromete con el proyecto del que participa.

Dinámica de la producción colaborativa de textos

Algunas conclusiones

Estamos aventurándonos en un tiempo en el cual la relevancia del texto escrito se potencia de un modo muy particular. El dominio de las competencias relacionadas con la lecto-escritura adquiere pues, una relevancia sin precedentes.
El lector, frente a las Nuevas Tecnologías, se sitúa ante la posibilidad (que desde ya, puede tomar o no) de convertirse en protagonista, asumiendo un rol definido por dos o incluso tres dimensiones complementarias, lo cual implica participar activamente como lector-escritor-supervisor. No se trata tan solo de lograr un criterio personal, sino de expresarlo y compartirlo.
Esto supone un panorama complejo en donde, como contraste de esta enorme posibilidad, se advierten importantes dificultades que no deberían dejar de tenerse en cuenta: 
  • Desde el rol del lector En los medios de comunicación tradicionales, es relativamente fácil identificar la fuente e incluso, como postula Verón, establecer un contrato de lectura, frente al cual, el lector sabe qué puede esperar de la fuente y qué no. Esta facilidad para delimitar la validez o importancia de una fuente, suele desdibujarse en el contexto virtual al que pertenecen las nuevas tecnologías de la comunicación. Esto exige por parte del lector, una mayor agudeza en la observación y una destreza más específica en relación a la comprensión lectora.
    Por otra parte, la lectura a través de una estructura hipertextual, corre riesgo de “perderse” en un trayecto que lo aleje de lo que en realidad está buscando, por carecer de la habilidad necesaria para identificar los enlaces que más se ajustan a sus motivaciones. Esto implica saber discernir la relevancia de los potenciales enlaces respecto al eje central de su propio “texto interno”.

  • Desde el rol del escritor La destreza en la expresión escrita requiere habilidad para identificar el contexto sobre el cual inserta su participación de manera tal que pueda adecuarse el registro. Es evidente que de este factor depende la posibilidad concreta de interacción en el medio virtual. Por otra parte, deberá desarrollar la capacidad para producir un texto generando aperturas hipertextuales relevantes a través de una mirada estructural.

  • Desde el rol del supervisor Poder diferenciar entre forma y contenido, resulta vital para el trabajo cooperativo. No es posible ejercer juicios adecuados sobre los textos publicados si no es posible distinguir en dónde reside el error o la carencia.

Del mismo modo, comprender la escritura ajena , revisarla y corregirla en el exacto punto en que ésto es necesario requiere una habilidad muy refinada y gran madurez por parte del lector. Esto implica, desde ya, identificar las limitaciones propias y evitar contribuciones cuando la forma o el contenido superen las habilidades o los conocimientos individuales.

En síntesis, la palabra escrita está adquiriendo a principios de este nuevo mileno una relevancia decisiva en el contexto de la Sociedad de la Información. Integrarnos a esta nueva realidad no sólo nos exige conocer la naturaleza de los nuevos medios sino desarrollar también las habilidades lecto-escritoras al nivel que estos nuevos recursos demandan. Porque, tal como hemos analizado, los medios que sirven hoy de soportes a la palabra escrita, le confieren al texto una significación compleja. Como profetizaba McLuhan, el medio es el mensaje, o por lo menos, influye notablemente sobre él.

Bibliografía

LUCERO, M. M. Entre el trabajo colaborativo y el aprendizaje colaborativo en Revista Iberoamericana de Educación (enero-abril 2003)

CAÑAS, Ll (et al.) (2003). Herramientas para construir y compartir Modelos de Conocimiento.

SERRA, A. (1999) Tres claves para entender el fenómeno Internet. La Factoria Web.

martes, octubre 21, 2014

Develando las metáforas de Moriana


De parte a parte parece que la ciudad continuara en perspectiva multiplicando
su repertorio de imágenes: en cambio no tiene espesor, consiste sólo en un anverso y un reverso, como una hoja de papel, con una figura de este lado y otra del otro, que no pueden despegarse ni mirarse.”
Italo Calvino, Las Ciudades invisibles

Moriana es la ciudad bidimensional de Italo Calvino. Por eso es una ciudad que puede leerse en dos dimensiones, tanto por su explícita intención metafórica: “En el anverso he trazado en clave de metáfora mi propuesta de ciudad. Ahora queda el reverso para que los equipos de arquitectos la interpreten.” (Rodriguez de las Heras) como por la construcción hipertextual que propone en donde ciertas claves (o pliegues de un libro digital) que se enlazan con otros contextos y fragmentos de la exposición.

Seis metáforas, seis claves nos permiten explorar una serie de conceptos vinculados a los tiempos en los que estamos inmersos en donde la tecnología, naturalizada quizá pero nunca neutral, nos coloca frente al desafío vivir tiempos cualitativamente diferentes en pleno proceso de cambio acelerado. Avanzaremos entonces por cada una de estas seis imágenes encriptadas. Buscaremos enlazar metáforas con conceptos y tejer, algunos puntos de partida para profundizar la reflexión.

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1. Las cajas negras de Moriana

su paisaje urbano, formado por edificios, todos ellos grandes cubos de cristal negro”

La cajas negras de Moriana podrían interpretarse al menos, en tres sentidos. Por un lado, símbolos de lo tecnológico, los edificios podrían aludir a los artefactos que progresivamente se vuelven más sofisticados pero a su vez, más simples en su utilización de manera tal que se transforman en cajas negras, ya que no sabemos qué hay dentro de ellas ni como funcionan.

En un segundo nivel de lectura, podemos reconocer en las cajas negras la pasividad de los receptores de los mensajes circulantes en la Sociedad de la Información, cuando no existe la posibilidad interactividad. Así, en el espectro gradual que va desde la “ideología” hasta la “mentalidad”, vemos que mientras que la ideología supone un discurso sólido y transparente, que “encadena” ideas, la “mentalidad” es opaca, e implica la adherencia de una idea que se incrusta por simple “simpatía” más no por convicción. Wolton (2005) refiere a esta pasividad aludiendo a los “valijas semánticas” una suerte de paquetes de conceptos preconcebidos a través de los cuales se pretende sin éxito, explicar la realidad.

La metáfora de las cajas negras, nos habla de una sociedad incomunicada, en donde los mensajes fluyen en una sola dirección. Esta lógica de la comunicación masiva, que dominó durante el siglo XX está llegando a su fin. La publicidad masiva1, quizá emblema de aquellos tiempos, se dirigía a la audiencia pasiva (y aún aspira a hacerlo) a fuerza de repetición e ingenio. De mismo modo, señala Wolton (2005) que “la abundancia de información deslegitima. Sobre todo desde que los medios técnicos permiten su difusión instantánea y masiva.” Pero hoy, se presenta un escenario que habla de otras audiencias, Internet impone cambios en todos los terrenos. Los mensajes certeros a un receptor pasivo comienzan a perder efectividad.

Quiza podría agregarse un tercer nivel de lectura. La caja negra podría ser una representación de la Web. De hecho, técnicamente, la métafora con la que se representa a Internet es la de “la nube”, ya que lo que existe en ella es inconmensurable y se articula en una compleja neblina. Esta caja negra que es Internet hoy, es además el espacio en donde se alojan múltiples aplicaciones que corren en algún lugar del ciberespacio. Esto ha sucedido porque se ha transformado “el modelo inicial del software cerrado con derechos de uso y bajo el principio de la obsolescencia planificada, para pasar al uso del software como servicio gratuito2, corriendo en la propia Web, y en combinación con los datos. Esto representa un cambio en el modelo de negocio y una de las principales ventajas que el usuario puede extraer de esta transformación.” (Cobo Romani, Kuklinski, 2006)

Pero Internet, puede ser también una caja negra desde la perspectiva del usuario, porque la información, disponible, dependiente de los motores de búsqueda y etiquetada por las mismas masas, no está visible a simple vista; solo es accesibe para quien sabe buscar, seleccionar e interpretar: “Una vez que la información está en la red (…) de lo que se trata es de saber dónde está la información, cómo buscarla, cómo procesarla, cómo transformarla en conocimiento específico para lo que se quiere hacer” (Castells, 2001)


2. Los espejos ciegos de Moriana

el visitante se siente rodeado de espejos negros que no le reflejan, que sólo reflejan lo grande.”

La información puede un espejo ciego en el que nada vemos reflejado: “La información nunca es ‘elemental’ o ‘primaria (...) en rigor la información siempre es ‘cocinada’: siempre se la selecciona, filtra, interpreta y y estrae de un conjunto de premisas de fondo, implícitas (alguna vez explícitas) en la información misma”. (Burbules, 2006)

En el anverso de Moriana leemos explícitamente que los espejos ciegos son metáfora de la pantalla de TV. La TV, medio de comunicación masivo y unidireccional que se presenta ante las audiencias detrás de una superficie que es límite y barrera a la vez, es un espejo que en realidad, no puede reflejar, porque no hay interacción. Wolton sugiere una idea similar cuando refiere un “muro mediático” en donde se algutina lo banal: “la forma prevalece sobre el contenido, el estilo sobre el ser, la apariencia sobre la realidad” (Wolton 2006)

¿Es posible que el espejo ciego se vuelva, al menos, borroso? ¿Como podrá convertirse la información en comunicación? Para que la comunicación se produzca es necesario el díálogo, la negociación, la interacción. Esto sucede cuando la pantalla deja de ser una frontera para transformarse en una membrana permeable. La superfice se vuelve interficie. Es mi opinión que el surgimiento de las tecnologías interactivas inician un proceso de cambio trascendente que abre intersantes oportunidades para superar las barreras que los medios masivos de comunicación undireccionales instalaron durante el siglo XX. Pero esa oportunidad deberá ser humanamente aprovechada: “Antes era imposible comunicarse debido a la falta de tecnologías apropiadas, hoy en día, estas existen por doquier, pero ello no significa necesariamente que nos entendamos mejor” (Wolton 2006)
El espejo ciego, es germen de conflicto. La comunicación es indicador de libertad pero también pone en evidencia, la dificultad de una relación auténtica con el otro. Sea porque el otro se escapa y uno descubre la soledad o porque el otro, logra imponer su lógica. “Los hombres se comunican más fácilmente pero la comunicación, es decir, la comprensión mutua, no es proporcional a la eficacia de las técnicas” (Wolton 2006) El anverso de Moriana dice, quizá, con intención oracular, que el fuego y el conflicto son parte de la historia de la humanidad. El hombre ha logrado dominar el fuego, pero aún falta para que pueda controlar el conflicto.

El espejo, cuando se vuelve borrodos es metáfora del ruido. Ruido que puede provenir del exceso de información (Cesar Coll 2003). Pero también, el ruido se produce cuando un mensaje es decodificado inadecuadamente y una interferencia impide la comunicación. Aunque este no es, en definitiva, un problema técnico sino humano y será por eso, en última instancia, la mediación humana la que podrá lograr la reducción del ruido.

Los espejos comenzarán a reflejar cuando la sociedad de la información sea superada, cuando nos apropiemos de la interactividad, cuando aprendamos a controlar el conflicto: “el ciberespacio, dispositivo de comunicación interactivo y comunitario, se presenta justsamente como uno de los instrumentos privilegiados de la inteligencia colectiva” (Levy, 2007) ¿será entonces, como profetiza Moriana, el umbral de la sociedad de la comunicación?


3. La ausencia de calles en Moriana

Moriana no ofrece al caminante, los hilos de memoria de las calles.”

Señala Barbero (2002) que “los medios masivos se han convertido en 'maquinas de producir presente' o sea, que se hallan dedicados a fabricar olvido”. La noticia nos conecta con lo que está pasando, con la actualidad en estado puro. Esta obsesión por lo inmediato, se ve plasmada en servicios como Twitter, en donde millones de usuarios de todo el mundo comparten las noticias en tiempo real aún antes de que éstas lleguen a los “grandes medios” tradicionalmente dueños de las “primicias” como la radio o la TV. Esta tenendencia se refleja también en un producto como Google Instant que rastrea contenidos digitales y ofrece los resultados de la búsqueda al mismo tiempo que el usuario introduce las palabras clave en la interfaz3. Citando a Vattimo, Babero observa que esta búsqueda incesante de la novedad no deja de ser otra cosa que una exigencia necesaria para la supervivencia del sistema. Entonces, el futuro del mundo parece haber sido delegado a ciertos automatismos. Nos queda pues, a los humanos el cuidado del pasado que de otra forma, corre riesgo de desaparecer como continuidad de la experiencia. No es posible recuperar el pasado sin calles, necesitamos hilos de memoria.

La contracada de esta ausencia de memoria es, nuestra capacidad para almacenarla. “De 1956 a 1996 los discos duros de los ordenadores multiplicaron por seiscientos su capacidad de almacenamiento y por seiscientos veinte mil la densidad de información grabada” (Levy 2007). Hoy, la capacidad de almacenamiento doméstica de información, se mide en Terabytes4. ¿Es acaso que pudiendo hoy almacenar este increíble volumen de información, nos despreocupamos de lo histórico, porque confiamos en exceso en las memorias de las máquinas y en la supervivencia del pasado más allá de nosotros mismos?


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4. Las herramientas enfermas del basurero de Moriana

el basurero de Moriana es el edificio más grande, es un inmenso espacio ocupado por interminables hileras de estanterías repletas de miles de objetos distintos, con polvo, pero en buen estado de conservación, que los habitantes han ido abandonando.”

En el centro de la ciudad de Moriana está el basurero de las herramientas enfermas de obsolescencia. La imágen es elocuente: los artefactos tecnológicos se descartan rápidamente y son reemplazados por otros cada vez más pequeños y eficientes. Los artefactos se repliegan sobre sí mismos -ofreciendo más presentaciones- al tiempo que se miniaturizan y se vuelven cajas negras que ocultan sus componentes. Cada vez son más simples y poderosos. La complejidad se torna invisible. Lo notable que pese a que cada artefacto implica una superación de la versión anterior, resignados al ritmo del mercado, se vuelven obsoletos antes de que sus componentes se desgasten físicamente.

Tal como observan Kuklinski y Scolari, este patrón de innovación acelerada se conserva también en lo que respecta a la comunicación digital y las ciberculturas: “todavía no se había terminado de definir al 'hipertexto' cuando ya se pasó a 'hipermedia”, y apenas se estaban descubriendo los secretos del “multimedia” cuando llegó a la 'convergencia', y también las 'interfaces','tecnología push', 'on-demand', etc.” (..) “Ahora llegó el turno de la 'Web 2.0'.”, termino que en apenas dos años comienza a ser ya, obsoleto, hablamos entonces de “web social”5 e incluso, de “web semática” para referirnos a los desarrollos que alcanzaron su apogeo más recientemente. Así entonces, “podría decirse que existe una Ley de Moore6 semántica que presiona a los enunciadores a abandonar los viejos conceptos y reemplazarlos por otros más frescos.” (Kuklinski- Scolari 2006)

En este contexto sucede entonces que “La aceleración del cambio es tan fuerte y tan general que incluso los que consideran estar más ‘a la última’ están, en diversos grados, desbordados por el cambio, pues nadie puede participar activamente de la creación de las transformaciones del conjunto de las especialidades técnicas, ni siquiera seguirlas de cerca.” (Levy 2007) Pero al mismo tiempo, comienzan a desarrollarse procesos de inteligencia colectiva que favorecen la apropiación de las innovaciones tecnológicas por parte de los individuos y los grupos. Naturalmente, esto retroalimenta la aceleración del modelo tecnosocial.

En definitiva, y dada la relevancia del basurero de Moriana, considerar a las herramientas tecnológicas como panacea, y dejarnos llevar por el entusiasmo acelerado de las innovaciones permanentes, supone cierta ingenuidad. Esto puede observarse, por ejemplo, en el familiar terreno de la realidad escolar: “escuelas que gastaron millones de dólares para adquirir hardware y software, en el primer momento, llevadas por la prisa de no quedar a la zaga en lo que percibían como su carrera contra otro establecimientos, se encontraron luego con que una gran parte de esos materiales habían quedado obsoletos incluso antes de ser utilizados” (Burbules 2006) Quizá lejos de estas inversiones, nuestras escuelas guardan hoy también, en algún cuatro bajo llave, artefactos obsoletos en sus cajas originales, que quedaron fuera de carrera antes de que las prácticas docentes se apropiaran de sus posibilidades.


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5. El bosque de los estilitas: el nacimiento de una comunidad diferente

En un extremo de Moriana cambia el paisaje urbano. Parece un bosque, gigantesco, de troncos de cemento: le llaman el bosque de los estilitas.”

Quizá sean los estilitas la metáfora más encriptada de Moriana. En la perifera de la comunidad emerge una comunidad diferente, contemplativa. Alejados del centro, en lo alto de sus columnas permanecen distantes de Moriana. ¿Es acaso una invitación a buscar una perspectiva que nos permita reflexionar sobre la aparente neutralidad de la tecnología? ¿Se trata de observar los riesgos del entusiasmo tecnológico inocente, los conflictos latentes, los movimientos sociales, las exclusiones, la obsesión por el presente y la automatización del devenir?

Una lectura diferente nos puede llevar a identificar a los estilitas con los individuos de una nueva sociedad. La vida social se está transformando en un proceso que algunos dan en llamar la “privatización de la sociabilidad” que no es otra cosa que el surgimiento de vinculos selectivos que se construyen entre personas que no comparten el espacio físico sino intereses comunes. (Castells 2001) En este sentido, algunas plataformas diseñadas para construir redes sociales permiten favorecer el intercambio entre personas distantes que nunca hubieran tenido la posibilidad de encontrarse en el mundo físico.

Por otra parte, siguiendo otra vez a Castells, se observan nuevas formas de compromiso social: existe por un lado, una crisis en las organizaciones tradicionales y estructuradas que se contraponen a movimientos espontáneos, aglutinados a partir de propuestas que nacen de la interacción en la Web. Estos movimientos, se valen por sí mismos y dependen de su propia su capacidad para convocar. En esta nueva organización social la gente construye sus propias trincheras de resistencia alternativa en la periferia de la Web. Es por todo esto, y aún cuando solo siga siendo una promesa que: “Internet podría ser un instrumento de participación ciudadana extraordinario,(…) un instrumento de información de la clase política (…) aunque en general, lo que se observa es que los gobiernos, las administraciones y los partidos políticos han confundido internet con un tablón de anuncios” (Castells 2001)

6. La cúpula Transparente: la ciudad sitiada

Una poderosa obra de ingeniería mantiene a Moriana
bajo una intangible cúpula que asegura una atmósfera transparente”

Durante siglos, el hombre ha buscado la libertad, sin embargo, tecnología mediante muchos de nosotros necesitamos estar “siempre conectados”. Estamos atrapados en una ciudad sitiada, en una privilegiada cúpula de cristal. “¿Para qué ser libres si es para estar todo el tiempo conectados? Tal vez porque precisamente, el hecho de estar conectados en una sociedad que es hoy más inmmaterial, [estar conectados] el simbolo de la libertad. Y como ésta ya ha sido ganada, no hay ningún peligro en querer conservar una conexión con el otro.” (Wolton, 2006)

¿Pero, queda algo por fuera de la cúpula de cristal? La cúpula transparente puede representar a la “brecha digital”. Pero no es una evidente frontera tecnológica marcada por el acceso a los artefactos y a la conectividad sino un muro invisible que depende de la capacidad para comprender e interactuar para poder ser partícipes de este nuevo orden social. La “capacidad de aprender a aprender, esa capacidad de saber qué hacer con lo que se aprende, esa capacidad es socialmente desigual (...) ligada al origen social, al origen familiar, al nivel cultural, al nivel de educación. Es ahí donde está, empíricamente hablando, la divisoria digital en estos momentos.” (Castells, 2001) Y es por eso que la metáfora continúa para completar la imagen de la ciudad sitiada “Sólo desplazándose a los confines de la ciudad el horizonte se enturbia y espesa por los vertidos. Aunque no impide descubrir entonces borrosamente a los numerosos pobladores que viven fuera de Moriana.”


Bibliografía

Castells, Manuel (2001) Lección inaugural del programa de doctorado sobre la sociedad de la información y el conocimiento – UOC

Cobo Romaní, Cristóbal;Pardo Kuklinski, Hugo. (2007). Planeta Web 2.0. Inteligencia colectiva o medios fast food. Grup de Recerca d'Interaccions Digitals, Universitat de Vic. Flacso México. Barcelona / México DF. E-book. Prólogo, Cap. 1 y 2.

Levy, Pierre (2007) Cibercultura. La cultura de la sociedad digital. Barcelona: Anthropos. Cap.1, 3, 4 y 5.

Martín Barbero, Jesús ( 2002) Tecnicidades, identidades y alteridades: des-ubicaciones y opacidades de la comunicación en el nuevo siglo. Rev. Diálogos en la comunicación. Departamento de Estudios Socioculturales-ITESO. Méjico

Millás, Juan José (2001) "Trasiego". Publicado en el diario el País el 02/02/2001.

Rodriguez de las Heras, El bosque de los estilitas [libro digital]

Wolton, Dominique (2006) Salvemos la comunicación. Aldea global y cultura. Una defensa de los ideales democráticos y la cohabitación mundial. Barcelona: Gedisa. Prefacio. Introducción. Cap 1, 2 y 4


Notas

1 Los procesos de segmentación de las audiencias como consecuencia de las innovaciones tecnológicas y de la especializaciói de contenidos, fueron transformando la técnica publicitaria tradicional. Esta transformación se acelera con la lógica que impone la Web en donde la actividad de usuario se hace relevante para el modelo de negocios: Historia de marketing

2 Financiado por los anunciantes a través de la publicidad o por una prestación “premium” con cargo.

3 Google Instant es un servicio lanzado por Google el segundo semestre del 2010

4 Un Terabyte equivale a 1024 Gigabtes, y un Petabyte a 1024 Terabytes.

5 Si bien las redes sociales están presentes desde la génesis de la web 2.0 se ha enfatizado durante los dos últimos años la relevancia de sitios como Facebook y Twitter que podrían considerase emblemáticos y complementarios (por obedecer a modelos contrapuestos). Para una comparación entre Twitter y Facebook: http://expediciones-virtuales.blogspot.com/2009/10/facebook-vs-twitter.html


6 La Ley de Moore formulada por el co-fundador de Intel, Gordon E. Moore el 19 de abril de 1965, expresa que aproximadamente cada 24 meses se duplica el número de transistores en un circuito integrado. Es importante observar que no se trata de una ley en el sentido científico sino una predicción empírica que se ha cumplido hasta el día de hoy.