lunes, agosto 10, 2009

Captcha que te captcha


Si pensás que el captcha es un delicioso bocadito de chocolate, muy malas noticias... el captcha nada tiene que ver con ninguna delicia ni con el dulce de leche...

El Captcha es una sigla que significa "Prueba de turing pública y automática para diferenciar máquinas y humanos" (en inglés: Completely Automated Public Turing test to tell Computers and Humans Apart) lo que en buen cristiano significa simplemente, esas letritas molestas que uno debe identificar cada vez que un sistema busca ponerle trabas a los robots informáticos que se utilizan para la distribución de spam (spambots). Seguramente las has visto cientos de veces al registrarte en un sitio, al enviar comentario, o al participar de una encuesta ¿Verdad?

Entre las principales características de este instrumento utilizado para detectar la trampa, debe destacarse que su generación es absolutamente automática, lo que significa que ningún humano interviene en el proceso. Por otra parte, el algoritmo utilizado es público, por lo cual, la ruptura del captcha no requiere descubrir un secreto sino más bien resolver un problema de inteligencia artificial.

Sin embargo, como hecha la ley, hecha la trampa, se sabe que hay algunas maneras de violar este sistema de seguridad. Entre otros recursos más sofisticados, se dice también que algunos humanos (empleados como mano de obra barata) son utilizados para burlar las trabas de un captcha, ¿Es esto posible? ¿Podría ser efectivamente rentable?

Los captchas en general, se basan en el concpeto de tachar las letras, deformarlas o confundirlas con el fondo de manera tal que un OCR (Lector óptico de caracteres) no pueda reconocerlas correctamente.

Pero existen también, otros recursos más avanzados que exigen realizar alguna identificación más compleja, como elegir la opción en que las imágenes se repiten, o más complicado aún, casos en que estas imágenes son iguales conceptualmente pero se corresponden archivos de imagen totalmente diferentes. Y aunque no faltan en la red los guapos y malevos que aseguran poder romper hasta el captcha más sofisticado, nosotros, los simples ciudadanos digitales, encontramos cada vez más difícil asegurarle al sistema que uno no es un robot, el captcha te captcha.