viernes, mayo 23, 2008

Yo blogueo, tu blogueas, el bloguea...


Me paran en la calle jóvenes que me dicen que me leen: algunos no están de acuerdo; otros lo copian y lo difunden. Mi vida real sigue igual. De tanto en tanto, me llegan los ecos de mi otra vida, la virtual. Lo que yo desearía es que cada día haya cinco personas más en Cuba que pongan sus opiniones con su nombre en Internet y que mi blog quede en el olvido. Eso me haría muy feliz.

Yoani Sánchez

Sobre el arte de bloguear

Navegando por lejanas y cercanas páginas del mundo virtual, uno encuentra de todo. Sitios importantes, probablemente con altísimo tráfico y sitios pequeños, como este blog, el mío.


Si bien es cierto que existen blogs grandes y muy concurridos, la mayoría de ellos, son como islas en el mar de la información. ¿Suena esto demasiado poético? Puede ser, puede ser... dejenmé elegir entonces otra metáfora mucho más concreta: el blogger es como un predicador, porque se dirige a todos pero sobre todo, a sí mismo. Alguno objetará con buenos argumentos que los bloggers conforman una red social, sin embargo, los que estamos en esto, sabemos - mal quen nos pese - que por el momento, la trama resulta demasido frágil. Pero al mismo tiempo, podría decirse también, que los bloggers activos son algo así como una tribu dentro de la web - aún cuando pertenezcan a intereses y estilos diferentes - porque tienen mucho en común. En general se trata de gente con buenas aptitudes lingüísticas por lo que disfrutan realmente de la libertad de expresión -o de desafiarla, llegado el caso-. Y así, buscan un lugar en el ciberespacio y cuentan su verdad, derramando palabras, denuncias, opiniones, ironías, novedades, secretos, fotografías, rumores, videos...


El Blog es un sistema de publicación heredero del diario personal. Por eso es frecuente hallar en este medio los recuros propios de los textos de opinión. Los artículos publicados no suelen ser demasiado largos y utilizan además subtítulos jerárquicos con la intención -muy sana- de organizar el contenido. Se dice que el blog se acerca en parte al concepto de foro de discusión porque los mensajes quedan archivados (el creador del blog es quien eventualmente tiene la posibilidad de decidir qué comentarios se publican y cuáles no), y en este sentido, propone un intercambio comunicacional en diferido que lo diferencia de la volatibilidad simultánea del chat, en el cual los mensajes van desapareciendo.


El sueño del blogger: popularidad hipersegmentada

Pero... Cuál es el sueño de un blogger? El blogger sueña secretamente - o a viva voz - con que su sitio sea leído por muuuuchas personas. Aunque, seamos honestos, salvo algunas excepciones, como la de Yoani, esto es bastante difícil de lograr si uno no es -de antemano- una celebridad... y es que somos muchos - aunque nunca seremos demasiados :-) - y la web nos situa en la encrucijada de la hipersegmentación, en donde la audiencia se fragmenta hasta la unidad. Difundir un blog suele ser una tarea ardua y los bloggers con frecuencia recurren a estrategias bastante dispersas y asistemáticas que van desde la búsqueda de enlaces -intercambios y otros asuntos no siempre convenientes-, a la distribución a diestra y sinestra de mails entre amigos -y enemigos-... o al posteo ¿estratégico? de invitaciones un poco por aquí y otro poco por allá...

En mi opinión, la mejor manera de "conseguir" visitas es tener un buen contenido (ya sé, lo "bueno" puede ser difícil de precisar: me refiero concretamente a que sea un contenido que pueda interesarle a alguien más allá de nosotros mismos y nuestro círculo inmediato), una prosa dinámica y una oportuna capacidad de síntesis. No olvidemos tampoco las etiquetas bien puestas y títulos que sean simultáneamente atractivos y descriptivos. Nunca es conveniente utilizar un lenguaje engañoso para atraer lectores: esto se pagará con el olvido. También es importante una estética confortable a la lectura en pantalla - sospecho enfáticamente que el fondo claro y las letras grandes no son irrelevantes. -


El uso de imágenes, videos o mapas, a través de la incrustación, suele ser conveniente cuando todo esto guarda una relación clara con el tema central de la entrada. No olvidemos que la sobredosis de información, produce un efecto de saturación y en vez de enriquecer el contenido, lo diluye.


En síntesis, reconozco que es muy cierto que el arte de bloggear no es una ciencia exacta... estos "consejos" no nos asegurán de por sí la bendición de Google (el asunto es muchísmo más complicado), pero al menos, podemos tenerlos por buenos criterios, en tanto nos ayudarán a no ahuyentar a los lectores que aterricen sobre nuestras letras.


¿Alguno de uds. tiene alma de blogger? Si es así, bienvenidos al club. We are the web.


Más sobre el estilo blogger

Nota a la balsera virtual, una cubana con alma de blogger


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